¿Cómo podrían los equipos colombianos lograr la clasificación para las próximas ediciones del Mundial de Clubes FIFA?

La FIFA está a las puertas del comienzo de su nueva gran competición: El Mundial de Clubes 2025 será uno de los eventos deportivos más ambiciosos hasta la fecha, tanto por su formato ampliado como por la cantidad de equipos participantes provenientes de todo el mundo. Con 32 clubes en competencia, distribuidos entre las distintas confederaciones, se esperaba una presencia más diversa en Sudamérica, sin embargo, los equipos colombianos no lograron hacerse un lugar en esta primera edición.

A pesar de la tradición futbolística del país, la clasificación no se concretó debido al bajo rendimiento en competiciones continentales en los últimos 4 años. El Mundial está cada vez más cerca de su inicio y las mejores casas de apuestas de Colombia ya ofrecen a los aficionados al fútbol todo lo que necesitan saber sobre los grandes partidos que se avecinan, a pesar de la ausencia de los clubes nacionales. Pero, ¿qué tendría que pasar para que Colombia diga presente en futuras ediciones?

Ganar la Copa Libertadores: la vía más directa

La forma más evidente de acceder al Mundial de Clubes es ganando la Copa Libertadores. El torneo más prestigioso de Sudamérica, organizado por la CONMEBOL, otorga un cupo directo a la competencia mundialista a los 4 campeones de las 4 ediciones antes del Mundial.

Para los clubes colombianos, este camino representa tanto un reto como una oportunidad. Equipos como Atlético Nacional, que ya saboreó la gloria continental en 2016, saben lo que se necesita para competir al máximo nivel, aunque en los últimos años no han conseguido mantener esa regularidad.

Para aspirar seriamente a ganar la Libertadores, no basta con tener plantillas talentosas; se requiere de una estructura sólida, continuidad en los procesos deportivos, inversión en divisiones menores y una estrategia clara de competencia internacional.

El fútbol colombiano ha mostrado destellos de calidad en torneos regionales, pero falta consolidar proyectos a largo plazo que permitan competir con los gigantes de Brasil o Argentina, cuyos clubes han dominado el escenario continental en la última década. Y esto se comprueba con la presencia de River Plate, Boca Juniors, Palmeiras, Flamengo, Botafogo y Fluminense en el Mundial de 2025.

Rendimiento en competiciones nacionales e internacionales

La FIFA también considera el rendimiento histórico de los clubes en torneos continentales para otorgar algunos cupos. Es decir, aquellos equipos que no ganen la Libertadores pueden llegar al Mundial de Clubes, si logran una acumulación importante de puntos en el ranking de la CONMEBOL. Este ranking se construye a partir de la acumulación de puntos de la siguiente manera:

  • 3 puntos por cada victoria
  • 1 puntos por cada empate
  • 3 puntos por avanzar a cada ronda de torneos internacionales

Aquí es donde el fútbol colombiano se ha visto en desventaja. La irregularidad en la participación y los tempranos abandonos de los equipos nacionales en rondas preliminares han perjudicado su posición en el ranking. Clubes como Junior, Millonarios o América de Cali han tenido participaciones intermitentes o poco destacadas, lo que disminuye sus probabilidades de clasificar por esta vía.

Si se desea mejorar en este aspecto, será vital darle mayor prioridad a los torneos internacionales, aspecto que muchas veces se sacrifica por los compromisos del torneo local.

Ser país anfitrión: una opción improbable, pero válida

Otra posibilidad, aunque remota, sería que Colombia fuera sede del Mundial de Clubes en alguna edición futura. Si bien hasta ahora la FIFA ha optado por países con infraestructuras más consolidadas y experiencia previa en torneos de gran envergadura, no se puede descartar que Sudamérica vuelva a ser elegida como anfitriona, especialmente si se busca una mayor rotación geográfica.

En ese escenario hipotético, Colombia tendría la oportunidad de acoger el torneo y, por lo tanto, garantizaría al menos un cupo para un club local. Colombia estuvo a punto de albergar el Mundial 1986 y la Copa América 2019, además de haber tenido un gran éxito en la reciente organización del Mundial Femenino Sub-20 2024. Sería, sin duda, una forma histórica de volver al radar internacional, aunque muy dependiente de factores externos al rendimiento deportivo.